Davos, Suiza, 23 ene (PL) La XLVIII edición del Foro Económico Mundial comienza hoy aquí con la participación de unos tres mil empresarios y representantes de organizaciones sociales y culturales, quienes debatirán una agenda, desde la colaboración internacional hasta los retos globales futuros.
El lema de este tipo de cita, conocido como Foro de Davos, en esta ocasión es ‘Crear un futuro compartido en un mundo fracturado’, en la que se buscará revitalizar la cooperación para contribuir a resolver desafíos en una era sesgada por competitividad entre naciones, tensiones en las sociedades y la creciente brecha entre ricos y pobres.
Sobre esto último, en un informe presentado en víspera del Foro, en el que estarán unos 78 jefes de Estado o de Gobierno y responsables de grandes organizaciones internacionales, la directora de Oxfam, Winnie Byanyima, denunció que el 82 por ciento de la riqueza creada en 2017 terminó en el uno por ciento de los más ricos.
El boom de los multimillonarios no es signo de una economía próspera, sino un síntoma del fracaso del sistema económico, sostuvo Byanyima en su documento, titulado ‘Recompensar el trabajo, no la riqueza’.
Según expertos, la reunión será polémica con la presencia del presidente estadounidense, Donald Trump, abierto enemigo de la globalización y defensor del proteccionismo, lo cual contradice el espíritu del Foro de Davos y pone en primer plano las relaciones políticas en detrimento del protagonismo económico.
Líderes europeos que asistirán a esta cita anunciaron que pondrán todos sus esfuerzos en la defensa del multilateralismo, frente al mensaje de Trump «Estados Unidos primero».
De acuerdo con los organizadores, el último presidente norteamericano en particir en Davos fue el demócrata Bill Clinton en el año 2000.
El informe de riesgos mundiales publicado recientemente por el Foro Económico Mundial, mostró que muchos ven mayores peligros de enfrentamientos políticos y económicos entre las principales potencias este año.
De cara a la cita, existe el temor entre no pocos que esta se ocupe demasiado de esas u otras amenazas como el cambio climático, y no aborden con profundidad los persistentes riesgos económicos y financieros y la honda desigualdad existente a nivel global.
Para no pocos observadores, estas reuniones de la flor y nata de los ricos del mundo no han servido en lo más mínimo para solucionar los principales problemas que aquejan a los pobres, de ahí que la mayoría de ellas ha estado acompañada de estrictas medidas de seguridad para neutralizar las protestas populares.
Las autoridades de Davos, dijeron este lunes que esta vez las fuertes nevadas han vuelto imposibles las manifestaciones, ya que limitan el espacio libre en la ciudad, decisión criticada por los organizadores de las protestas como una escandalosa restricción de la libertad de expresión.